Queratocono

Uno de los tratamientos al problema de deformación corneal, causado por el queratocono, es la implantación de anillos intraestomales, los cuales actúan “tensando” la córnea aplanando un tanto esa deformación corneal, aportando homogeneidad a la superficie y , en consecuencia, una importante mejora de la visión del paciente y de las irregularidades.

Existen también casos de queratocono muy avanzado, donde el paciente ha sufrido una importante disminución del espesor corneal. En estos casos hay que recurrir al trasplante de córnea, ya que la integridad corneal estaría comprometida y existiría riesgo de perforación.

Aunque se puede recurrir a los anillos intraestomales, en cualquier estadio de la condición, el momento más adecuado es cuando comienza a haber síntomas de intolerancia a las lentes de contacto. La compensación en gafas no mejora la visión y el trasplante de córnea no está justificado todavía.

Las intervenciones se realizan con anestesia local, en un tiempo aproximado de 20 minutos por ojo y son totalmente indoloras; si bien los mecanismos de sujeción del ojo pueden provocar cierta sensación de presión durante la cirugía.

Para la intervención se utiliza el láser INTRALASE lo cual ha supuesto un gran avance en la técnica quirúrgica del implante de anillos para queratocono, simplificando el proceso y eliminando la necesidad de puntos de sutura. Con este láser se realiza el canal en el que irán colocados los anillos, pudiendo controlar, en todo momento, el grosor y el diámetro del conducto, así como la profundidad a la que se realiza.

En caso de ser necesario, los anillos se pueden retirar o sustituir por otros.

En unos pocos días el paciente ya podrá apreciar recuperación visual, aunque hasta los tres meses no se puede considerar estabilizada. Normalmente, en casos de queratocono suele ser necesario el posterior uso de lentes de contacto para la total compensación de la graduación del paciente.