Los resultados y la satisfacción de los pacientes tras una operación de cirugía láser Lasik para tratar la miopía, el astigmatismo o la hipermetropía son muy elevados según los estudios realizados en este campo, con un elevado porcentaje de éxito e independencia sobre las gafas y lentillas.
Conoce todos los secretos sobre la cirugía Lasik
Este procedimiento de cirugía refractiva tiene la capacidad de moldear la córnea de forma que permite que la luz que entra en el ojo se enfoque adecuadamente en la retina y que así la visión sea más nítida y clara.
Lo fundamental es un buen estudio preoperatorio, para valorar estrictamente si el paciente está dentro de los márgenes de seguridad y de eficacia; qué tipo de intervención es la más adecuada; el diseño de la cirugía Lasik, si hay que corregir aberraciones oculares además de graduación, sistemas de reconocimiento ocular para el seguimiento de la mirada intraoperatoriamente… Realizar todas las mediciones que son necesarias, con un amplio abanico de instrumental de análisis para contrastar pruebas.
En segundo lugar: una aparatología quirúrgica acorde con las necesidades del caso, que esté conectada a los instrumentales diagnósticos, para la mayor personalización de la intervención.
Es una intervención indolora y que no suele superar los 15 minutos ambos ojos. El objetivo tras la misma consiste en la mejora de la visión sin necesidad de utilizar lentes de contacto o gafas y los resultados se pueden observar en tan solo 24 horas.
En caso de que no seas un buen candidato para este tipo de cirugía, debes saber que existen otro tipo de intervenciones como la láser PRK y la cirugía con lentes intraoculares fáquicas. El cirujano y equipo quirúrgico que lleve tu caso será el encargado de determinar si es posible realizar una operación así y cuál es el procedimiento más adecuado para tus características personales.
Antes de la intervención
Previamente a llevar a cabo la operación, se realizará un examen minucioso de tus ojos y tu visión para certificar que realmente se puede llevar a cabo con éxito. Para ello y entre otras cosas, se evaluará el espesor y la forma de la córnea, la graduación que te afecte, el tamaño de la pupila y otros parámetros oculares.
Se realizará, además, una evaluación general de tu salud y de tus antecedentes médicos y farmacológicos para determinar si podría existir algún tipo de contraindicación.
Antes de someterte a la intervención es importante evaluar la calidad lagrimal para, en caso de ser necesario, poder recomendarte un tratamiento preventivo con la finalidad de paliar sequedad ocular postoperatoriamente.
¿En qué consiste esta técnica?
La cirugía Lasik utiliza un láser tipo excímer de última generación, el cual tiene como objetivo reesculpir la córnea y corregir los defectos que hacen que tengas una mala visión.
Para llevar a cabo la cirugía es necesario levantar una capa extremadamente fina del tejido corneal. Posteriormente a esto se podrá aplicar el láser.
Este láser utiliza una luz ultravioleta fría para moldear la córnea y, tras haberlo conseguido, se vuelve a colocar la capa levantada sin necesidad deutilizar puntos de sutura.
Aunque existen otras técnicas, la gran mayoría de los cirujanos son partidarios del tipo de la cirugía Lasik porque apenas conlleva riesgos, es muy segura, sencilla, eficaz y predecible y las molestias o posibles complicaciones son realmente escasas para los pacientes.
¿Cuál es el proceso de esta cirugía?
Antes de que la cirugía Lasik se lleve a cabo los profesionales que conforman el equipo médico que va a realizar la operación te aplicarán unas gotas anestésicas en los ojos para evitarte cualquier tipo de dolor. En caso de que estés muy tenso, también te puede pautar algún tipo de relajante.
En el momento de realizar la intervención deberás estar tumbado bajo el láser y fijar tu atención en una luz de referencia verde, no la tienes que ver bien, sólo apuntar en esa dirección. Los párpados quedarán sujetos para que no se cierren. El cirujano marcará la córnea antes de crear la capa y después se colocará un anillo de succión que prevenga tanto los movimientos oculares y la capa que se cree tenga la calidad esperada.
Tras crear la capa, la correción de las dioptrías, ya diseñada por ordenador, se aplicará. En ese momento se te pedirá que mires hacia la luz durante unos segundos. El doctor visualizará tu ojo a través de un microscopio mientras el láser emitirá los pulsos de luz.
Con estos pulsos de luz se consigue moldear la córnea sin dolor. Es posible que puedas sentir algo de presión en el ojo y que escuches ruiditos o vibraciones mientas el láser está operativo, pero son sensaciones totalmente normales y que no provocan molestia o dolor.
La cirugía Lasik no se realiza en los dos ojos a la vez, sino que debe ser realizada primero en un ojo y después en el otro.
¿Qué sucede tras la operación?
Una vez finalice el procedimiento ya solo queda descansar y recuperarte, aunque es posible que tengas una ligera sensación de picor, arenilla o escozor de forma temporal inmediatamente tras finalizar la intervención.
Se realizará un examen post-operatorio para comprobar cómo ha ido todo y podrás recibir el alta. Es conveniente que alguien te haya acompañado para que te puedan llevar a casa, por seguridad, aunque al día siguiente el cirujano comprobará que todo ha ido bien y puedes desenvolverte con independencia.
En algunos casos se puede tener una visión borrosa que suele desaparecer a la mañana siguiente.
Lo habitual es poder trabajar con normalidad al día siguiente, aunque si se pueden tener dos días de descanso es mejor. Sí que es importante, sin embargo, no tocar los ojos, frotarlos o secarlos fuertemente, para que no se afecte el proceso de curación ocular.
Ventajas de aplicar esta técnica
– Seguridad máxima. El excímer tiene un mecanismo automático de seguridad denominado ‘eye tracker‘ que se encarga de garantizar que los impactos que se realizan se producen únicamente en aquellas áreas corneales que se van a corregir.
– Fiabilidad y eficacia. Es una técnica que se lleva practicando varias décadas, por tanto los profesionales que la desarrollan tienen experiencia, lo que sumado a los avances tecnológicos hace que los resultados de los pacientes sean excelentes.
– Apenas se sienten molestias y es una cirugía ambulatoria y rápida, por lo que no precisa de un ingreso hospitalario y al cabo de un par de días se puede hacer vida normal.
Inconvenientes
Como inconveniente o, más bien, como desventaja hay que señalar que no todas las personas son candidatas idóneas para esta intervención de cirugía refractiva. Por tanto, es necesario que acudas a consulta con el oftalmólogo en tu clínica de confianza para que valore tu situación y pueda analizar los resultados obtenidos tras las pruebas.
Complicaciones o posibles limitaciones
A pesar de que este procedimiento sea muy seguro, eficaz y que sea la intervención de oftalmología más utilizada para solventar los problemas de refracción, no hay que olvidar que es una operación y que, por ese motivo, pueden surgir algunas complicaciones.
Síndrome de ojo seco
Una alteración frecuente que puede suceder tras la misma es el síndrome de ojo seco. Es un trastorno transitorio y leve y puede cursar con algunas molestias como enrojecimiento, escozor o irritación. Por eso hay que comprobarlo en el estudio previo.
No es habitual que se produzcan infecciones o inflamaciones, para evitarlas es aconsejable seguir todas las recomendaciones del equipo que te va a tratar y poner la medicación.
Hoy en día es mucho más difícil sufrir deslumbramientos en situaciones de baja iluminación o halos nocturnos. Esto podía ser más habitual en personas o pacientes que han sido intervenidos con antiguos sistemas de láser.
Cirugía Lasik: Personas no aptas
Las personas que se suelen descartar son principalmente estas cuatro:
– Los menores de 18 años.
– Aquellos en los que durante el último año se haya incrementado la graduación, personas que no tienen estabilizado el problema refractivo.
– Que tengan más de 10 dioptrías de miopía y más de 6 en hipermetropía (aunque el cirujano deberá evaluar cada caso de forma particular).
– Personas que tengan problemas oculares como el glaucoma, trastorno autoinmune -que hay que valorar- , infecciones ocular o cicatrices que alteren la córnea.
Son algo menos del 20 % las personas que tras una primera visita preoperatoria no son consideradas aptas para someterse a una intervención de cirugía láser ocular. En casos como este, el equipo propondrá las alternativas más adecuadas o, en caso contrario, te explicarán que deberás seguir utilizando lentes de contacto o gafas para evitar posibles riesgos que estarían asociados a la cirugía refractiva.
Objetivo de la Cirugía Lasik
Es muy importante también tener claras las expectativas. El objetivo es conseguir la misma visión que actualmente tienes con tus lentes de contacto o gafas con una graduación correcta. Es decir, que si tu agudeza visual es menos de la normal, lo habitual será que no la recuperes con la intervención, aunque el resultado y la ejecución sean plenamente satisfactorios.
Otra de las consideraciones que se deben tener en cuenta es que el tratamiento con láser no tiene influencia en la evolución de otras alteraciones visuales que puede sufrir el paciente como cataratas, desprendicmientos de retina, hemorragias retinianas, cambios de graduación durante el período de embarazo, etc.
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